La cruzada ocultista del Tercer Reich

Durante el auge del Tercer Reich, el régimen nazi no solo libró guerras en los campos de batalla, sino también en los planos simbólicos y místicos. Su objetivo: encontrar reliquias ancestrales con supuestos poderes sobrenaturales que pudieran justificar ideológicamente su visión del mundo y asegurar su supremacía espiritual. La principal encargada de esta búsqueda fue la Ahnenerbe, una organización pseudocientífica que fusionaba arqueología, mitología nórdica y ocultismo.

La Ahnenerbe: arqueología, ocultismo y propaganda

Fundada en 1935, la Ahnenerbe (Herencia de los Ancestros) mezclaba investigaciones arqueológicas, teorías pseudocientíficas y elementos esotéricos. Su objetivo era demostrar la supremacía de la raza aria mediante “pruebas históricas”… aunque muchas veces se trataba más de mitología que de ciencia.

Esta organización emprendió expediciones por todo el mundo: del Tíbet a Islandia, buscando desde la Atlántida hasta vestigios vikingos… y por supuesto, reliquias religiosas con fama de contener poderes divinos.

El Arca de la Alianza: poder divino en manos equivocadas

Una de las reliquias más perseguidas fue el Arca de la Alianza, el cofre sagrado que, según la Biblia, contenía las Tablas de la Ley entregadas a Moisés. La supuesta capacidad del Arca para desatar el poder de Dios inspiró no solo teorías conspirativas, sino también el argumento de Indiana Jones y en busca del arca perdida, donde el intrépido arqueólogo intenta evitar que los nazis la usen como arma de destrucción sobrenatural.

El Santo Grial: la búsqueda de la inmortalidad

El mítico Santo Grial, el cáliz que supuestamente usó Jesucristo en la Última Cena, también fue objeto de fascinación nazi. Se creía que quien bebiera de él obtendría la vida eterna o sabiduría divina. Esta idea fue recogida por Hollywood en Indiana Jones y la última cruzada, donde el profesor Jones se enfrenta nuevamente a los nazis en una carrera por encontrar el Grial antes de que caiga en manos equivocadas.

La Lanza del Destino: misticismo mortal

La Lanza de Longinos, con la que se dice que un soldado romano atravesó a Cristo en la cruz, era otra obsesión del nazismo. Consideraban que otorgaba la invencibilidad al portador. Según algunas fuentes, Hitler llegó a tenerla en su posesión por un tiempo. La lanza también aparece en la película Constantine, como artefacto clave en una batalla entre fuerzas celestiales y demoníacas.

Entre la realidad, la leyenda y la propaganda

El interés nazi por estas reliquias revela hasta qué punto el régimen buscaba envolverse en un aura de misticismo y destino inevitable. Ya fuera para propaganda, para alimentar su ideología o por una creencia real en sus poderes, estas reliquias se convirtieron en símbolos del intento nazi por dominar tanto el mundo físico como el espiritual.